Kathleen E. Woodiwiss (1939–2007, EE. UU.) fue una pionera absoluta de la novela romántica moderna. Su novela La llama y la flor (The Flame and the Flower, 1972) revolucionó el género al introducir el romance histórico con protagonistas apasionados y un enfoque más explícito que las novelas anteriores. Fue una de las primeras autoras en vender millones de copias de un romance histórico con una protagonista fuerte y heroína sensual.

Le siguieron títulos igualmente exitosos como Cenizas al viento (Ashes in the Wind), Un amor indómito (Shanna) y El lobo y la paloma (The Wolf and the Dove). Estas novelas presentaban a mujeres determinadas en escenarios históricos rigurosamente documentados, con una narrativa emocional, épica y muy visual.

Woodiwiss es considerada la madre de la novela romántica moderna y abrió las puertas a autoras como Johanna Lindsey y Julie Garwood. Su legado sigue vivo, con millones de lectores en todo el mundo y un lugar asegurado en la historia del género.