Stendhal, seudónimo de Henri Beyle, nació en Grenoble en 1783 y está considerado uno de los grandes precursores de la novela realista en Europa. Su vida estuvo marcada por el espíritu napoleónico, al que sirvió como funcionario y soldado en diversas campañas militares. Ese contacto con la guerra, la política y las pasiones humanas le dio un conocimiento profundo del alma y la sociedad, que más tarde trasladaría a su obra literaria con aguda observación y un estilo elegante, sobrio y directo.
Entre sus novelas más importantes destacan Rojo y negro, un retrato punzante del arribismo y la hipocresía social en la Francia posnapoleónica, y La cartuja de Parma, donde la pasión, la ambición y el azar se entrelazan en una narrativa rica en psicología y ritmo. Su escritura, adelantada a su tiempo, fue poco comprendida en vida, pero con el paso de los años ha sido reconocida por su lucidez, modernidad y profundidad emocional. Stendhal murió en París en 1842, dejando una obra que sigue siendo leída por su capacidad de captar los matices de la naturaleza humana con precisión casi quirúrgica.