Susana March Alcalá (Barcelona, 1915–1990) fue una prolífica escritora y poeta española que combinó su faceta lírica con el éxito en la novela sentimental. Comenzó a publicar muy pronto —con apenas 17 años— y en 1938 vio la luz Rutas, su primer poemario. Su poesía, cercana y emocional, evolucionó con títulos como Ardiente voz, El viento y La tristeza, donde exploró la identidad femenina, la memoria y la tensión entre el deseo y las expectativas sociales tras la guerra. Paralelamente cultivó el género rosa —en ocasiones bajo seudónimo— y noveló con éxito relatos centrados en temas amorosos y cotidianos, como Nido de vencejos, Nina o Algo muere cada día. Más tarde colaboró con su marido para continuar los Episodios nacionales, fusionando literatura popular e histórica. En su trayectoria recibió reconocimientos como un accésit del Premio Adonáis por La tristeza. Su estilo directo y emotivo, unido a una sensibilidad auténtica, la convirtió en una voz distintiva de la posguerra española, capaz de unir versos íntimos y narraciones sentimentales con honestidad y oficio.