Henry Miller, nacido en Nueva York en 1891 y fallecido en Los Ángeles en 1980, fue un novelista y ensayista estadounidense cuya obra rompió moldes tanto en forma como en contenido. Alejado del canon literario de su tiempo, Miller cultivó una prosa libre, caótica y profundamente personal, donde la autobiografía, la crítica social, el erotismo y la reflexión filosófica se entrelazan con desparpajo y crudeza. Su escritura, cargada de vitalismo, se resiste a toda etiqueta, pero ha sido clave en la transformación de la narrativa moderna.
Su fama —y su escándalo— comenzaron con Trópico de Cáncer, novela publicada en París en 1934 y prohibida durante décadas en Estados Unidos por su contenido sexual explícito. Le siguieron obras como Trópico de Capricornio, Primavera negra y la trilogía La crucifixión rosada, donde relata su vida errante entre Nueva York y París, su relación con las mujeres, con el arte y con la pobreza. Amigo de Anaïs Nin y profundamente influido por Nietzsche, el taoísmo y el surrealismo, Miller escribió siempre como un hombre al margen, buscando una forma de verdad personal y literaria al mismo tiempo. Su obra, provocadora y poética, sigue siendo una invitación a la libertad creativa y vital.