Natalia Ginzburg, nacida en Palermo en 1916 y fallecida en Roma en 1991, fue una escritora italiana fundamental del siglo XX. Criada en Turín, hija de padre judío y madre católica, creció en un hogar laico y antifascista que marcó su compromiso civil. Su carrera literaria empezó bajo pseudónimo en 1942 y se consolidó en los años posteriores, explorando con dureza y ternura las dinámicas familiares, el miedo, la resistencia y la vida cotidiana.
Su obra más celebrada, Léxico familiar, ganadora del Premio Strega en 1963, retrata con precisión, ironía y afecto a los miembros de su familia durante el fascismo y la posguerra. Cultivó además el ensayo, el teatro y las narraciones cortas, con títulos como Las pequeñas virtudes o La ciudad y la casa, donde mantiene una prosa directa, sutil y profundamente humana. Su firme ética, vestida de sencillez, le llevó también a la política en los años ochenta como diputada independiente. Con su mirada penetrante situada entre lo íntimo y lo colectivo, Ginzburg sigue siendo un referente para la literatura que habla de lo pequeño sin renunciar a lo universal.