Simon Wiesenthal (1908–2005) fue un ingeniero y arquitecto originario de Buczacz (hoy Ucrania), que tras sobrevivir a cinco campos de concentración nazis y una marcha de la muerte, dedicó su vida a buscar justicia para las víctimas del Holocausto. Liberado en 1945, se asentó en Viena y fundó el Centro de Documentación Judía, desde donde persiguió a más de mil criminales de guerra nazis, incluyendo figuras como Adolf Eichmann. Su labor como cazador de nazis lo convirtió en una figura internacional de referencia, aunque también generó controversia por la magnitud de su empresa.
Autor de El asesino entre nosotros y El girasol, un relato personal sobre el perdón, Wiesenthal combinó su experiencia como superviviente con un profundo compromiso moral y una visión de la memoria como herramienta de prevención. Reconocido con múltiples condecoraciones y doctorados honoris causa, dedicó sus últimos años a promover la educación sobre el Holocausto, inspirando museos, centros y programas dedicados a la tolerancia y los derechos humanos. Su ejemplo sigue siendo un bastión ético contra el olvido y la injusticia.