Una obra centrada en las tensiones entre clases sociales y valores en la Inglaterra eduardiana. La mansión no es solo un edificio, sino un símbolo del alma inglesa enfrentada a los cambios del siglo XX. Con prosa elegante y personajes profundamente delineados, Forster disecciona las emociones humanas, el conflicto entre razón y pasión, y el peso de las convenciones.