Una familia campesina lucha por sobrevivir en la España rural durante los años previos a la Guerra Civil. El autor retrata con realismo el hambre, la explotación y el anhelo de dignidad que empujaron a muchos hacia la revuelta o la desesperación. Lera combina denuncia social y ternura narrativa en una novela profundamente humana, donde la tierra es símbolo de vida y condena a la vez. Seca, honesta y conmovedora.