Una obra brillante que juega con los límites de la novela histórica y la posmodernidad. Ambientada en la Inglaterra victoriana, narra el romance imposible entre Sarah, una mujer marginada por su pasado, y Charles, un caballero comprometido. Fowles introduce varias posibles versiones de los hechos, rompiendo la linealidad narrativa. Compleja, elegante y audaz, es una de las grandes novelas del siglo XX.