-
Demian (La historia de la juventud de Emil Sinclair)
Escrita tras las trágicas experiencias de la Gran Guerra, Demian es una de las obras más emblemáticas de Hermann Hesse (1877-1962). La novela -en la que late la repulsa de la sociedad burguesa y masificada y el llamamiento a los elegidos (los que llevan en su frente el «estigma de Caín») para conquistar la autenticidad y emprender la reconstrucción comunitaria de la humanidad- narra, como reza su subtítulo, la «historia de la juventud» de Emil Sinclair, quien, en ruptura con el mundo claro y seguro de su infancia, va a la busca de su personalidad y de su destino, sólo realizables en el mundo oscuro, incierto y amenazador de los adultos.
-
El palacio de la luna
Marco Stanley Fogg, huérfano y errante, se sumerge en una odisea urbana donde la identidad, la paternidad y la literatura se entrelazan. Auster construye una historia de búsqueda, llena de coincidencias, pérdidas y revelaciones. El azar y el destino juegan su partida en una Nueva York que es espejo del alma. Una novela melancólica, misteriosa y profundamente humana. Uno de los grandes títulos del autor.
-
En busca del tiempo perdido 2. A la sombra de las muchachas en flor
El narrador entra en la adolescencia y descubre el amor, el deseo y la ambigüedad emocional en Balbec, una ciudad de veraneo. Las muchachas del título, hermosas, esquivas, lejanas, despiertan en él una mezcla de exaltación estética y confusión sentimental. Este volumen profundiza en el arte como forma de interpretar la vida, y continúa explorando la memoria como camino hacia el yo. Proust escribe como quien pinta con palabras: lento, obsesivo, genial.
-
En el erial
Una novela corta y dura que transcurre en un paisaje físico y emocional desolado. Lawrence narra el encuentro entre dos personajes atrapados en un entorno sin esperanza, donde la violencia y el sexo son las únicas formas de comunicación. Como en otras de sus obras, explora el deseo reprimido, la alienación moderna y la pérdida de conexión con lo esencial. Escritura afilada, incómoda y sincera.
-
La muerte está en el camino
En esta novela de tono religioso y moralizante, un joven se enfrenta a la tentación del dinero fácil, el cinismo y la desesperanza. El autor, conocido por su defensa del humanismo cristiano, plantea una lucha interna entre la conciencia y la comodidad, entre la fe y el vacío. Escrita con un estilo directo y emotivo, invita a la reflexión ética sin caer en el dogma.
-
La orilla oscura
Una novela de iniciación cargada de simbolismo, donde un joven llega a un pueblo misterioso y comienza un proceso de transformación interior. Merino mezcla lo real con lo onírico, lo cotidiano con lo extraño, en un relato que se adentra en los miedos, la identidad y el descubrimiento de uno mismo. Con atmósfera densa y prosa elegante, es una joya del realismo mágico español.
-
Las sombras crecen al atardecer
En esta novela fuera de la saga Wallander, Mankell presenta a una joven sueca en crisis que se refugia en África, donde conocerá a una anciana que le relata su vida marcada por secretos, exilios y pérdidas. La historia mezcla generaciones, culturas y heridas abiertas. Con su estilo sobrio y humano, Mankell reflexiona sobre la memoria, el perdón y los vínculos improbables. Contemplativa y conmovedora.
-
Los hijos de Torremolinos
Ambientada en el boom turístico de la Costa del Sol, esta novela coral retrata las vidas entrecruzadas de extranjeros y españoles en busca de placer, libertad o redención en un paraíso artificial. Michener disecciona con ironía y compasión los excesos, desencuentros y tensiones culturales que surgen en ese microcosmos. A través de múltiples perspectivas, el libro refleja el precio de la modernización rápida y el lado oscuro del hedonismo.
-
Los ochenta son nuestros
Una obra teatral generacional que retrata a la juventud española de los años 80: desencantada, vitalista, contradictoria. A través del reencuentro de un grupo de amigos en una casa de campo, salen a la luz frustraciones, amores, ideales rotos y nuevas formas de vivir. Diosdado acierta al reflejar el vacío tras la Transición, la búsqueda de sentido en un mundo libre pero incierto, y la nostalgia de una inocencia perdida. Ágil, emocional y cargada de verdad escénica.