Una sátira delirante en la que un joven convencido de ser familiar directo del Creador decide ejercer su «derecho divino» a intervenir en el mundo. Con un humor irreverente y afilado, Laiglesia desmonta instituciones, creencias y costumbres en una España franquista que se muestra grotesca y absurda. Nada escapa al sarcasmo del autor: ni la Iglesia, ni la burocracia, ni el amor. Un delirio cómico con trasfondo muy serio.